"Las vigilias de Bonaventura", Anónimo
- Rafael Alfonso
- 10 abr 2015
- 1 Min. de lectura

Kreuzgang, hijo de zapatero letrado y poeta él mismo, nos hace partícipes del contenido de 16 vigilias que lleva a cabo por su oficio: una suerte de velador de panteones, policía nocturno y reloj ambulante que canta la hora después de tocar un cuerno en un poblado alemán, lo que aquí llamaríamos un “sereno”. La obra, que carece de firma de autor, pareciera estar escrita a varias manos y es por sí misma un compendio de recursos románticos. Tiene las exaltaciones líricas y sentimentales que son propias de dicho estilo, pero también contiene profundas reflexiones acerca del sentido de la vida, la condición humana, la tecnología, la ética y la muerte.
En la presentación del libro, M.J. Pacheco sugiere que Las reflexiones expresadas en las vigilias de Bonaventura esbozan al superhombre de Nietzsche. Bonaventura es profuso en sus referentes literarios que van del panteón griego a varios autores alemanes contemporáneos al autor, pasando por Hamlet y Don Juan.




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